TerapeutaComenzamos un nuevo año y nos invade una sensación de soltar y dejar atrás todo aquello que nos ha causado y nos sigue provocando sufrimiento, desesperación, miedo y dolor. Es como si todo aquello que nos provoca dolores de cabeza, esas situaciones conflictivas que nos mantienen en la preocupación continua, y las cargas emocionales que llevamos arrastrando desde hace un tiempo, empezasen a perder importancia y tuviéramos el valor de dejarlo atrás sin más.

Con la llegada de la despedida de este año y el comienzo de uno nuevo, nos llega con fuerza un sentimiento en forma de motivación, capaz de hacernos desear los más bellos propósitos, metas y sueños.  Es como si ésta fuerza motivadora que nos invade, nos dijera que ya está bien, que se acabó el dolor, el miedo y la insatisfacción continua que sentimos con esa situación que deseamos cambiar o soltar en nuestras vidas y por lo que sea, no hemos podido llevar a cabo. Nos decimos, ahora sí, este año va a ser mejor.

Hay otros que quizás se digan eso de… “Virgencita,  Virgencita, que me quede como estoy…”, con el deseo de que nada cambie, que todo aquello que tienen y todos a los que aman sigan a su lado para siempre.

Otros en cambio, están tan familiarizados con sus miedos y tristezas, que puede que se digan: otro año más, nada de lo que haga o me digan va a cambiar la situación, estoy deseando que pasen éstas fiestas.

El caso es, que por muy motivados o desesperanzados que estemos, todos en algún momento deseamos algo, ya sea un bello sueño o propósito por cumplir, o el deseo de desaparecer para poder evadirnos de eso que nos hace sufrir. Deseamos…, y el hecho de desear, nos mantiene continuamente en la insatisfacción de que debemos alcanzar algo para llenar ese vacío que sentimos.

En el mismo instante que conseguimos algo, dejamos de quererlo.

Por experiencia propia sé, que éste sentimiento que nos invade de querer cambiar y alcanzar esos propósitos, como motivación está muy bien, pero como enseñanza es ineficaz. Estamos más enamorados de lo que rodea a eso que deseamos, de la fantasía que envuelve al deseo, que del deseo en sí. Esto lo hemos experimentado en alguna ocasión de nuestras vidas, en el mismo instante que conseguimos algo, dejamos de quererlo. El deseo nos dice que hay algo que necesito, para poder estar mejor, el deseo nos indica que estamos en la carencia de algo y que no estamos completos, y esa no es la verdad que nos hace estar en Paz.

Vivimos un breve periodo de días o meses llevando a cabo con esfuerzo todos esos propósitos que creemos que nos proporcionan felicidad, sin embargo, no sabemos cómo ni de qué manera se acaban dejando a un lado, priorizando otras tareas que según nos decimos a nosotros mismos, son más importantes.

Terapeuta

¿Qué es lo que deseas?. ¿Qué necesitas? El que tiene pareja, a veces quisiera no tenerla, el que no la tiene la desea, el que trabaja, a veces no lo desea y el que no trabaja lo desea, el que tiene familia, desea a veces no tenerla y el que no tiene anhela una.

¿Deseas o necesitas Amor, Paz, Descanso, Confianza, Alegría, Felicidad? Aquello que deseas, ya está aquí, ahora en este momento.

He aprendido que son los detalles cotidianos, los gestos con la gente son los que mantienen el mal, el miedo, el odio, la ira, la rabia, la culpa, la tristeza o la desesperación, a raya. Esos pequeños detalles diarios, son los actos sencillos de Amor que nos proporcionan la felicidad que anhelamos. Y ésta felicidad ya está aquí, en éste momento, en el eterno ahora que tanto nos llena de gozo y alegría.

Si estamos llenos de deseos y metas por cumplir en nuestra mente, no podemos vivir y experimentar a cada instante el Amor inmenso que nos regala la vida, que es de una belleza indescriptible que nos refleja lo que ya somos y hemos olvidado.

Lo que te propongo es, que por supuesto que puedes desear, pero con la intención de que si no lo consigues o no haces nada por llevar a cabo esos deseos, ya eres y estás completa/o, ya eres feliz y ya estás en Paz. Y otra cosa que te propongo es que te permitas parar y respirar, para que puedas escuchar, ver y percibir lo que el bendito momento presente te regala a cada instante.

La felicidad y el gozo que nos proporciona el instante y momento presente, está libre de deseos y anhelos por cumplir. La felicidad que nos proporciona el ahora, es tan asombrosa que a veces basta con que la disfruten los demás.

Es una Alegría y Amor tan inmenso el que se percibe, que las palabras son una mala interpretación de la grandeza Divina que experimentas en ese momento.

#cadadíaunnuevosentir …Cada día es un nuevo sentir, y es por ello que cada día es un nuevo día, un nuevo año y un nuevo momento para vivir la experiencia del Amor que ya eres y que la plenitud de todo, está mediante nuestra unión con cada uno y con el todo a cada momento. Vivamos aquí y ahora en Paz y con Amor, el pasado pasó y el futuro no existe.

Luz, Paz y Amor a todos los seres en este momento

Gracias al Año 2021 y Gracias al 2022, os tomo en mi corazón.

De Corazón a Corazón AMR